El amor como principio



Cada ser humano trae en su programación mental y emocional; una noción de lo que significa el respeto o la sinceridad; aun desde bebés, sabemos que la agresión no es lo correcto, lo que pasa es que la única forma de manifestar nuestro descontento es el llanto.

Si a un bebé se le trata con dulzura y se tiene como principio jamás golpearlo o insultarlo, difícilmente el futuro adulto va a aceptar la violencia como camino. 

¿Entonces todos los violentos vienen de crianzas violentas? Es muy probable que sí, o por lo menos existen mayores probabilidades que que sea de esa manera. De ahí la importancia de fijar principios, que son las estructuras de los valores; si en un hogar se tiene como principio la no agresión verbal ni física, ya se tiene hecho un gran recorrido de lo que significa el respeto aunque no es suficiente para inculcarlo.

Como su nombre lo indica, los principios hablan de un orden de las cosas, y en ese orden de ideas el amor es el gran principio, porque donde hay amor hay respeto, hay comprensión, hay equidad, sinceridad.

No obstante, el amor es un sentimiento y como tal, está estrechamente ligado a las vivencias particulares, de la forma en que cada cual aprende lo que es el amor, se determina lo que luego se deriva de éste en términos de valores humanos.

Al tener el amor como principio, el discurso de los valores resulta breve, porque todo se hace en nombre del amor, siempre y cuando sus efectos también sean positivos. No se puede argumentar que se golpea o se maltrata a otro por amor.

El amor verdadero es el camino más corto para poner en práctica cualquier valor humano y desde todo tipo de creencias; lo que sucede es que no se habla de amor en un mundo invadido por el materialismo,  sencillamente no tiene lugar cuando lo que cuenta es la imagen, el curriculum, las posesiones, no los sentimientos.

Antes que echar mano de libros sagrados y largos discursos morales para enseñar y practicar valores, lo que conviene revisar es lo que cada uno piensa del amor, y en especial del amor por el prójimo.

Qué tanto entendemos lo que significa el amor y que tan dispuestos estamos a expresarlo armónica e incondicionalmente. 

"Ama y haz lo que quieras. Si callas, callarás con amor; 
si gritas, gritarás con amor; si corriges, corregirás con amor; 
si perdonas, perdonarás con amor".
San Agustín
354 - 430
Obispo y Filósofo