Basta de disciplina!




Tanto que se le martilla a los chicos con anti valores como la disciplina y la obediencia en casa como en los colegios, habla de una sociedad que en el fondo apoya los modelos militares y totalitarios que no permiten la libre expresión y parece que aborrecen la diversidad, se obsesionan con la uniformidad.

¿Cuál es el modelo de ciudadano que estamos promoviendo desde instituciones que se rigen por voces enérgicas apegadas a las normas? ¿Acaso no estamos forjando futuros dictadores de hogares, empresas y países?

A los valores hay que ponerles pureza de intención; la disciplina por sí misma no sirve para nada porque los delincuentes más exitosos la tienen y muy marcada, por eso son rigurosos en sus planes. 

Miremos las intenciones, el propósito de lo que estamos inculcando en los chicos. ¿Queremos que tengan disciplina sin que usen su cerebro ni tengan una noción clara del bien y del mal para que luego vayan como borregos a su propia infelicidad?

¿Nos da miedo ser juzgados por los chicos y levantamos muros de autoridad para que no vengan a cuestionar nada? Esos son los futuros ciudadanos que luego tragan entero todas las disposiciones, todas las leyes y todas las ordenanzas sin pensar, sin entender por qué y para qué deben hacer o no hacer algo.

Las artes en general y la música en particular, son los mejores medios para inculcar valores; se requiere paciencia, comprensión y libertad para que cada chico encuentre con qué rama del arte está conectada su alma y se pueda dedicar con VOCACIÓN; la tan anhelada disciplina con la que sueñan tantos padres y maestros y que yo prefiero llamarle DEDICACIÓN, llega sola, cuando se quiere alcanzar el virtuosismo y no hace falta que nadie grite ni amenace a ningún chico, su propia motivación lo llevará con entusiasmo y alegría, si así lo permiten los adultos.

Entonces, en vez de tanto sermón religioso y moral, pongamos en las manos de los chicos y con mucho amor, instrumentos de arte y permitamos que se eleve su espíritu.

Un salón para bailar con libertad, música de calidad, un pincel, acuarelas, un lienzo, una guitarra, un tambor, una flauta, algo que lleve a la niña, el niño o el adolescente a sacar lo que ya tiene en su propio ser; los valores florecerán si nadie pisa la flor.


"El niño que tiene libertad y oportunidad 
de manipular y usar su mano en una forma lógica, con consecuencias y usando elementos reales, desarrolla una fuerte personalidad".
Maria Montessori
Científica, Médica, Piscóloga, Filósofa y Pedagoga italiana.
1870 - 1952