¿Qué son los Valores?










Los valores humanos son las cualidades, todo lo positivo que percibimos de las personas y que nos despierta admiración, confianza y afecto.

Se llaman "valores" porque aquel que tiene muchas de estas cualidades adquiere más valor para sí mismo y para los demás.

Ninguna riqueza material puede agregarle valor a una persona, es su forma de actuar, de comportarse con otros, lo que lo habla de sus valores.

En Valores para la Felicidad consideramos los valores como capacidades espontáneas del ser humano, que forman parte de su naturaleza y que se van distorsionando por la influencia del entorno.

La honestidad es la capacidad de decir la verdad, el respeto es la capacidad de reconocer la dignidad de todo cuanto nos rodea, la generosidad habla de nuestra capacidad de dar y recibir, mientras que la humildad se refiere a nuestra capacidad de reconocer nuestras limitaciones. 

Aquí damos valor a todos los valores mirando siempre lo bueno, aquello que no cause dolor, daño ni sufrimiento. Si la práctica del respeto implica sufrimiento, entonces no es un verdadero valor; si actuar con responsabilidad duele, entonces no se está practicando como corresponde.

La manera más fácil de reconocer los verdaderos valores es recordar que son capacidades humanas elevadas, no están en nuestra destreza física ni intelectual sino en nuestros ideales, la forma como nos percibimos a nosotros mismos y queremos llegara  ser percibidos por los demás.

A nadie le gusta equivocarse y mucho menos que los demás se den cuenta, pero si hay un acompañamiento inteligente y paciente, el error se constituye en forma de aprendizaje y no de frustración o decepción.

Desde este espacio proponemos un camino universal de encuentro que nos permita reconciliarnos con aquello que nos puede parecer "bueno" y "correcto", integrando en armonía distintas visiones.

Cada cultura, cada familia y cada persona define sus propios valores y determina los códigos de comportamiento para reconocerlos, no obstante, lo correcto y lo bueno puede llegar a confundirse.



La cultura define el marco general de los valores que defendemos, la familia como grupo establece unos valores propios y  por último, cada individuo se forja sus propios valores de acuerdo con sus vivencias y sus convicciones.

Los valores son relativos, no son absolutos, y tienen diferentes escalas, según las circunstancias y el contexto.

Cuando existe afinidad entre los valores culturales, los valores familiares y los valores personales, experimentamos armonía. 

Los valores se diferencian de los principios; los principios son los pilares del edificio, esos mandatos que traemos de nuestros ancestros. Los valores son los estilos con los que decoramos el edificio, las tendencias y costumbres que podemos renovar de tiempo en tiempo.

Los valores cambian de nombre, de forma, de manera de expresarse; cambian con la época, con la moda, con la influencia del entorno; los principios permanecen en el tiempo. 

Para reconocer los valores de cada individuo es indispensable revisar los principios, su origen: de dónde viene, de dónde viene lo que piensa, en qué se basan sus creencias, qué piensa de lo que es y qué puede hacer con lo que tiene. 

Los valores se potencian desde los principios mirando hacia los ideales; verdad, belleza, libertad, justicia, virtud y la suma de todas: FELICIDAD. 

Cada ser humano tiene sus valores, los nombra a su manera y procura mantenerlos para sobrevivir desde lo social y lo emocional.

La palabra valores se asocia a su vez a diversos términos que sirven para expresar aquello que calificamos como "bueno" y "correcto". Sin embargo, no es fácil lograr consenso, lo que para unos es bueno para otros puede ser incorrecto. 

Gran parte de las disputas y conflictos humanos se originan en estas diferencias.

Cualquier asomo de sufrimiento físico o emocional en el ser humano deja al descubierto una disonancia en sus valores; en algún punto de su existencia están atrofiadas o apagadas sus capacidades naturales y no encuentra la manera de expresarlas adecuadamente.

El único método para restaurar los valores originales del ser humano es el AMOR INCONDICIONAL y en eso se basa nuestro proyecto.

Queremos compartir con madres, padres, maestros, empresarios y profesionales nuestra visión de las capacidades innatas de los niños y los adolescentes y la efectividad de nuestro método. 

Si compartes esta visión de los valores humanos y requieres orientación para tu familia, colegio o empresa, te invitamos a comunicarte, la primera consulta es completamente gratis.

¡Gracias!

Contacto:
Beatriz Vásquez Gómez
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