Cada dificultad, un valor para aprender...



Dice un proverbio chino: "No hay árbol que no haya sido sacudido por el viento", y es cierto, todos afrontamos dificultades, unas más complicadas que otras, pero todas dejan alguna lección, un valor para aprender.

Y entre más rápido entendemos qué es lo que nos está enseñando la vida y decidimos realmente poner en práctica el mensaje, mejor superamos los obstáculos.

Si bien la definición de los valores es importante, interiorizar los conceptos es un proceso complejo, por ejemplo la paciencia y la templanza sólo se aprenden cuando pasamos por una experiencia que nos exige saber esperar y resistir, hasta que pase el temporal.

De ahí la importancia de los principios, que son la base de los valores; si no existe el amor, que es el fundamento de todos los valores, difícilmente vamos a resistir con alegría y esperanza, porque los valores se entrecruzan, tanto como uno necesite.

Así, la paciencia por sí sola no tiene valor a menos que tengamos un objetivo claro, que estemos construyendo algo positivo para nuestra vida, de lo contrario será "aguante" que tiene su tono negativo, es una resistencia inútil, porque no sabemos para qué estamos gastando nuestro esfuerzo.

Mirar más allá de las dificultades y entender el valor que nos traen, alivia, reconforta y nos renueva otro principio: FE, que consiste en creer, tener la certeza.

¿Cuál valor te está mostrando la piedra del camino?





"Me lo contaron y lo olvidé, 
lo vi y lo entendí; 
lo hice y lo aprendí."
Confucio
Filósofo chino
551 - 478 AC