El camino de la Rectitud



¿Puede un niño identificar el camino correcto para avanzar con su vida?

¿Estamos preparados los adultos para indicarle la ruta adecuada?

¿Sabemos acompañar los errores y la travesía o estamos obsesionados con el éxito y los resultados?

El camino de la rectitud es un camino solitario y aburrido, porque lo que flota en el ambiente es la "Ley del vivo", el atajo de la trampa, la viveza criolla...

No obstante, hace falta contarle a los chicos que existen las cárceles y que allí van a parar los que no se detienen por su cuenta, los que tienen que ser detenidos.

Así pensemos que la justicia humana no existe y veamos a muchos delincuentes burlándose de las leyes o hasta inventándolas para su provecho, hay una justicia superior, es la justicia del corazón que no deja en paz a quien mal actúa.

Enseñar valores no es una cuestión moral o religiosa, es un deber ciudadano y humano, porque el niño o la niña que toman un camino equivocado serán ciudadanos que sufren las consecuencias de su ignorancia.

Hoy estamos ante muchos padres y madres temerosos y laxos que no saben poner límites a sus hijos y "educan" a distancia, desde el celular.

Por otro lado, tenemos muchos maestros y maestras desbordados por las exigencias del sistema que todavía los pone a llenar planillas a mano y a diligenciar formularios cuando podrían estar conversando amigablemente con los chicos acerca de sus sueños, sus expectativas, sus talentos y sus intereses...

Y de fondo, tenemos a muchas instituciones públicas y privadas, absolutamente dormidas, gastando millones en publicidad de consumo y muy poco en mensajes positivos para la sociedad.

En el medio, los medios, los grandes medios que perdieron el norte y se ubicaron del lado de la billetera.

Todo está servido para fomentar y mantener la corrupción, porque los ciudadanos desconocen las normas básicas de convivencia y los deberes.

Los discursos políticos siguen siendo "ensoñadores" y mientras tanto, millones de niños y niñas van perdidos sin saber cual es el camino correcto.

¿Existe un camino correcto?

¡Si! Es el camino de la verdad, la justicia, la libertad, la transparencia, la belleza, la virtud, la modestia y muchos otros valores, que llegó el momento de entender y defender desde la perspectiva de la felicidad. 

¡Basta de amenazar con el infierno! El infierno lo crea todo aquel que vive sin reconocer lo valioso que es y se deja convencer de que es un animal inteligente.

Puede ser que el camino de la rectitud te lleve despacio y a lo mejor no llegues a conseguir todos los bienes materiales que te anuncian como trampolín a la felicidad; de lo que puedes estar seguro o segura es que la rectitud es un camino maravilloso y por más empinado que parezca, siempre te va a llevar a buen destino. 

Es posible que recorras muchos kilómetros de más, pero podrás descansar tranquilamente cada noche, con la conciencia limpia y la satisfacción de haber elegido ir verdaderamente LIBRE, sin ser comprado por nadie.

"Qué importa saber lo que es una recta 
si no se sabe lo que es la rectitud?"
Séneca