martes, 14 de enero de 2025

El valor de la felicidad


La felicidad es quizás el bien intangible más añorado por los seres humanos y también el más efímero. Al igual que los demás valores, la felicidad no se sostiene para siempre, es un ejercicio diario, una decisión consciente, una elección de vivir con gratitud o criticarlo todo y no ver la belleza que el universo nos ofrece.

Así como la honestidad depende de lo que hagamos día tras día, la felicidad también requiere de nuestra atención y nuestro esfuerzo. Debemos estar atentos a lo que decimos, a la expresión de nuestro rostro, y especialmente, a la vibración interna, si estamos en paz o tenemos un volcán en ebullición por dentro.

Observarnos, escucharnos. ¿Qué decimos? ¿Pasamos el día renegando de todo? ¿No estamos satisfechos con nada? ¿Nada nos sirve? ¿Nada nos parece bueno? ¿Juzgamos a los demás?

Si la respuesta es SÍ a muchos de estos interrogantes entonces estás atravesando un período de infelicidad que hay que revertir cuanto antes porque la desdicha es un sentimiento que puede llegar a enfermarte.

La felicidad puede ser vista como el resultado de combatir de manera consciente muchos antivalores como la soberbia, el orgullo, la vanidad, y comenzar a cultivar también en forma consciente la humildad, la sencillez y la modestia. Sin caer en la desvalorización propia ni dejar de tener sueños y proyectos, se trata de no obsesionarse y valorarse en una justa medida, ni por arriba ni por debajo.

Serenar el espíritu puede resultar un buen primer paso para comenzar a caminar en felicidad. Y para serenar el espíritu hay que serenar el cuerpo, la materia que lo contiene. Aprender a estar en quietud física y mental al menos por unos cuantos minutos al día. Dejar de correr detrás de la zanahoria que siempre va adelante y soltar el garrote con el que queremos corregir todo el tiempo a otros.

Sentarse en un lugar privado y tranquilo, silenciar la mente, que no venga ni un pensamiento, ni un recuerdo ni un pendiente. Es casi como tomar una página llena de textos e imágenes y pasarle un borrador hasta que quede completamente vacía y lista para ser escrita o dibujada de nuevo.

Y en esos pensamientos que se resisten a ser borrados está la clave de aquello que no nos permite decidir ser felices: ¿Habré apagado la hornalla? ¡Mañana vence el pago de la luz! ¿Que tal fulanita tan vanidosa? ¡Creo que engordé! Claro todos estos son pensamientos de adulto porque nos cuesta apagar la mente. En cambio los niños no necesitan silenciar la mente porque sencillamente fluyen con la información que reciben, la sueltan inmediatamente. Es la vida la que va congestionando nuestros archivos emocionales con culpas y perdones no pedidos ni concedidos.

Es muy complejo el camino hacia la felicidad, aunque puede haber una ruta efectiva y es el autoconocimiento. Solo quien se conoce bien puede saber qué lo hace feliz.

"No hay deber que descuidemos tanto como el deber de ser felices".
Robert Louis Stevenson
Escritor británico.





jueves, 10 de octubre de 2024

Madres, ¡suelten el celular!


Es muy común ver en la calle a la madres llevar a sus hijos mientras exploran su celular. Y muchas veces no se dan ni cuenta de que hasta los perros pasan y lamen a sus hijos o los niños van tocando todo lo que encuentran a su paso.

El tiempo con los hijos debe ser sagrado, exclusivo, dedicado. Los niños no son bultos que van y vienen, son personas que están descubriendo el mundo y necesitan sentirse acompañados.

No obstante, las madres contemporáneas parecen no darse cuenta de que se están perdiendo los mejores momentos de sus hijos por estar pendientes del celular, que ya se ha convertido en una extensión de la mano, una especie de "alargue" sin el cual parece imposible vivir.

Desdes esta humilde tribuna invito a las madres, padres y adultos que cuidan niños, -porque no es un asunto exclusivo de las mujeres- a que mientras estén con los chicos hagan a un lado el celular, no lo miren, no lo escuchen, a menos que por supuesto estén atendiendo alguna emergencia familiar o pendientes de una noticia importante. Aun así, media hora, una hora sin celular tampoco es tan grave y en cambio para un niño o una niña si puede representar una muestra notable de afecto, interés y atención.

 

jueves, 8 de agosto de 2024

En San Pedro, Buenos Aires.

 


El próximo viernes 16 de agosto a las 9:30 de la mañana en la sede de la Sociedad Italiana, Mitre 861, San Pedro, Buenos Aires, Argentina, tendremos una conferencia presencial dirigida a las madres que quieran conectarse con una nueva humanidad.

La conferencia estará a cargo de Beatriz Váquez Gómez, coach y creativa colombiana independiente, autora y editora de El libro de los valores, Valores universales y Valores para una nueva humanidad, su más reciente libro que presenta nueve valores, entre ellos el amor, la empatía y la felicidad.

Desde su visión integradora y su amplia investigación personal del mundo emocional humano, en esta jornada la autora expondrá a qué le está dando más valor esta nueva humanidad conformada por seres más sensibles, más sutiles y completamente renuentes a todo aquello que represente violencia, exclusión, discriminación o imposición.

Entrada gratuita y solidaria

Las madres interesadas podrán ingresar a la conferencia aportando un juguete nuevo o usado que se encuentre en buen estado. Los juguetes recolectados serán donados a un hogar de niños el domingo 18 de agosto, Día del Niño en Argentina.

¿Cuál es el rol de la madres en esta nueva humanidad? ¿Cómo corregir desde el amor? ¿En que lugar se conectan las emociones y los valores? ¿Por qué es tan dificil aprender a respetar?

Estos y otros interrogantes serán abordados en esta conferencia Valores para una nueva humanidad en la que además la autora compartirá técnicas y herramientas de comunicación que pueden contribuir a crear un clima emocional propicio para preservar valores.

Para las madres que se encuentren lejos, está programada una conferencia virtual para septiembre próximo, con inscripción previa al correo: valoresparalafelicidad@gmail.com

Si deseas mayor información o quieres una conferencia para tu colegio, podés comunicarte directamente con Beatriz Vásquez Gómez al WhatsApp al +54 9 113926 3882, Buenos Aires, Argentina.

¡Gracias por apoyar este sueño!




miércoles, 5 de junio de 2024

¿Cómo se aprende el respeto?

 


El actual sistema educativo que rige en la mayoría de los paises llamados "tercermundistas" , "en vías de desarrollo", o "con altos índices de pobreza", determina que un alumno tiene once o doce años para aprender lo básico de las materias tradicionales: matemáticas, lengua, historia, geografía, química, física y otras.

¿Y por qué no se da el mismo tiempo para aprender algo tan definitivo para la convivencia como el respeto? ¿En cuál clase y con qué método se enseña el respeto? 

El respeto, en la gran mayoría de los casos se enseña a los gritos, con violencia, tanto en casa como en los colegios. Vale la pena recordar que la violencia no solo es física y que la violencia verbal deja heridas que no vemos.

De un lado están los maestros, saturados con tareas administrativas, presionados por el cumplimiento de objetivos académicos, manejando grandes grupos de alumnos, con intensas cargas horarias y con más de un curso o un empleo en uno o dos colegios para poder llegar a fin de mes. 

De otro lado, tenemos a los padres y las madres, exhaustos de trabajar, con varias horas de viaje entre la casa y el trabajo, angustiados por el dinero, por la estabilidad laboral, sin tiempo ni ánimo para sentarse a hablar calmadamente con sus hijos.

Y en el medio están los chicos que en su mayoría no son escuchados, ni en casa ni en el colegio. Chicos llamando la atención de padres y maestros mediante desórdenes alimenticios, desórdenes de sueño, desórdenes de comportamiento, haciendo lo que pueden para cumplir con las expectativas de ser buen hijo y buen alumno, manejando la ansiedad de ser permanentemente calificados con un adjetivo o con un número. Chicos que cada vez prestan menos atención a una clase presencial y solo quieren estar en las redes virtuales, porque en las redes hay diversión, libertad, aunque sean prisioneros del teléfono.


En este contexto, ¿cómo se aprende el respeto?

Respeto también consiste en escuchar con atención a los chicos, permitir que hablen a su ritmo, con su tono, darles tiempo, no importa si se va toda la clase o si se cena más tarde. 

El conocimiento académico se puede obtener de otra forma, el respeto solo se aprende interactuando en forma directa con las personas. 

Y ese debería ser el gran objetivo del colegio: la interacción humana, ¡la insustituible interacción humana!

Si quieres que un chico actúe con respeto, aprende a escucharlo sin criticarlo, sin cuestionarlo, sin descalificarlo, mirándole a los ojos, comprendiendo lo que está intentando decir con o sin  palabras.

Escuchar con atención a los chicos no solo es cuestión de respeto, tiene otro enorme beneficio y es saber lo que está sucediendo con su mundo interno, con su nivel de satisfacción con la vida. El respeto  al igual de los demás valores tiene conexión y consecuencias directas en el estado emocional de las personas, sean madres, padres, alumnos o maestros, aunque los chicos siempre van a ser la cuerda más delgadita de todo el proceso.

Permitamos que los chicos aprendan lo que significa el respeto a lo largo de su vida escolar especialmente con el ejemplo, sin despotricar de la labor de los maestros en casa y sin despotricar de la labor de los padres en los colegios. 

Los adultos debemos aprender a manejar nuestros confictos internos y externos de otra forma, si de verdad queremos que los chicos actúen con respeto.

Quizás los adultos podemos revisar nuestro lenguaje, el vocabulario, nuestros gestos, porque en el comportamiento de los chicos solo se refleja lo que están absorbiendo dentro de la casa y en el colegio.

💙💓💚


miércoles, 27 de marzo de 2024

Valores para una nueva humanidad

 

Luego de más de dos décadas dedicada al estudio independiente de la enseñanza de valores, la creación de publicaciones para padres y docentes y el diseño y realización de talleres para colegios y universidades, me complace presentar el libro Valores para una nueva humanidad.

Mi objetivo es que padres y docentes adviertan que así como cambió la tecnología, el ser humano tampoco es el mismo. Precisamente los avances en materia de informática, telecomunicaciones y transporte, entre otros sectores, han despertado aun más el conocimiento humano y también su sensibilidad.

Hoy las personas generan más contenido del que consumen y existe una gran necesidad de contar lo que se hace, de mostrar y de expresar sin prejuicios lo que se es y lo que se tiene. Todos estos cambios ponen de manifiesto nuevos valores o bien pueden ser la consecuencia de unos nuevos valores que han venido emergiendo en las dos últimas décadas.

La bondad, el respeto y la libertad pasan a ser principios. Ya no se puede concebir un mundo en el que no exista consideración con el otro o que excluya o someta a otro. 

El amor, que se concebía como propio de una pareja, hoy se expresa en todas las direcciones y hacia todo lo que existe en el universo. Se reivindica así el sentimiento que caracteriza en forma exclusiva al ser humano y que determina su verdadera felicidad. ¡Y con el amor se abre la puerta a los demás valores!

Esa es la propuesta de este nuevo libro dedicado a madres, padres y docentes, el cual estará disponible en la 36° Feria Internacional del Libro de Bogotá, gracias al apoyo del Fondo Cultural Iberoamericano (Pabellón 3, primer piso, stand 614), entre abril 17 y mayo 2 de 2024.

Y si te interesa saber cómo acompañar a crecer a niños, niñas y adolescentes sin alterar sus valores, escríbeme a creatriz@gmail.com Ofrezco sesiones individuales virtuales o presenciales para madres y padres así como talleres para colegios.

Contacto:
Beatriz Vásquez Gómez
+54 9 11 3926 3882
San Pedro, Buenos Aires.
Argentina

¡Gracias por apoyar este trabajo!


jueves, 7 de marzo de 2024

Taller de valores


Capacitamos a madres, padres y docentes en la enseñanza creativa de valores. Compartimos herramientas para que los adultos puedan fijar límites y orientar a los chicos hacia un proyecto de vida productivo y feliz, disfrutando del proceso.


Enseñamos a dejar de usar el sermón, el maltrato, la descalificación o las amenazas, y más bien usar la conciencia y la dulzura para acompañar el crecimiento natural de los chicos en todas sus dimensiones: física, emocional, mental y espiritual.


¿Qué hacer frente a la "indisciplina" y la "desobediencia" de los chicos? ¿Cómo contrarrestar el consumo de tabaco y alcohol? ¿Qué castigo merece un chico que se hizo un tatuaje a escondidas? ¿Se debe pintar el pelo una niña de nueve años? ¿Qué hay que decir si los hijos cuestionan a los padres? ¿Está permitido en casa el uso de piercings? ¿Qué se le debe contestar a un niño que dice ser gay o a una niña que no está segura de si es lesbiana? ¿Qué responder ante la pregunta del aborto? ¿Cómo contestar preguntas delos chicos acerca de la sexualidad?


Son innumerables los momentos cotidianos en los que se pone a prueba no solo la paciencia sino también la estabilidad emocional de los padresy docentes que disponiendo de poco tiempo para acompañar a los chicos reaccionan en forma violenta o desproporcionada ante situaciones que no son graves.

Nuestros talleres vivenciales están diseñados para que madres, padres y docentes puedan expresar libremente sus temores y transformarlos en orientación creativa hacia los chicos.

Vamos a cualquier país de habla hispana o portuguesa y también asesoramos directamente a madres y padres de familia en forma virtual o presencial.

Contacto:
Beatriz Vásquez Gómez
+54 9 11 3926 3882
San Pedro, Buenos Aires.
Argentina

¿Cómo enseñan valores mamá y papá?

 


Cada mamá, cada papá o cada adulto responsable de un menor sencillamente enseña "valores" desde su propio aprendizaje, inconscientemente va repitiendo modelos sin aplicar mucha técnica y sin un conocimiento profundo de lo que significa y representa cada valor.

Los valores se transmiten a partir de las creencias y costumbres de cada familia, los hijos sencillamente observan y replican o rechazan aquellos comportamientos y dichos de sus padres o de los adultos que participan activamente en la crianza.
La figura materna es fundamental en la construcción de valores; lo que hace una madre desde la gestación y durante los primeros años de vida tiene un altísimo impacto en lo que un niño o una niña van a percibir como respeto, generosidad y demás conceptos.

De otra parte, la figura paterna, igualmente importante, viene a reafirmar y a consolidar aquello que la madre ha sembrado desde el punto de vista ético y moral, aquello que está bien o está mal, correcto o incorrecto.

De ahí la importancia de que mamá y papá tengan una misma visión de los valores y que su enseñanza sea consistente, coherente frente a los hijos. Cuando un padre descalifica a una madre o viceversa, lo que se abre es una puerta de duda por la que se cuela la falta de respeto.


No obstante, estas naturales diferencias de opinión y de expresión de los valores entre mamá y papá pueden no ser tan dañinas en los primeros años de vida, el verdadero problema aparece cuando niños y niñas comienzan a crecer, a preguntar, a emitir sus propias opiniones y sobre todo, a desafiar los límites que les imponen tanto en casa como en el colegio, lo cual es una forma natural de probar su propia autonomía.

En nuestros talleres vivenciales para padres y madres compartimos herramientas de comunicación y pautas de crianza para que puedan abordar cualquier tema con sus hijos y sepan cómo corregir y orientar sin apelar al castigo y la descalificación.

Contacto:
Beatriz Vásquez Gómez
+54 9 11 3926 3882
Buenos Aires
Argentina

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