¿Cómo se aprende el respeto?

 


El actual sistema educativo que rige en la mayoría de los paises llamados "tercermundistas" , "en vías de desarrollo", o "con altos índices de pobreza", determina que un alumno tiene once o doce años para aprender lo básico de las materias tradicionales: matemáticas, lengua, historia, geografía, química, física y otras.

¿Y por qué no se da el mismo tiempo para aprender algo tan definitivo para la convivencia como el respeto? ¿En cuál clase y con qué método se enseña el respeto? 

El respeto, en la gran mayoría de los casos se enseña a los gritos, con violencia, tanto en casa como en los colegios. Vale la pena recordar que la violencia no solo es física y que la violencia verbal deja heridas que no vemos.

De un lado están los maestros, saturados con tareas administrativas, presionados por el cumplimiento de objetivos académicos, manejando grandes grupos de alumnos, con intensas cargas horarias y con más de un curso o un empleo en uno o dos colegios para poder llegar a fin de mes. 

De otro lado, tenemos a los padres y las madres, exhaustos de trabajar, con varias horas de viaje entre la casa y el trabajo, angustiados por el dinero, por la estabilidad laboral, sin tiempo ni ánimo para sentarse a hablar calmadamente con sus hijos.

Y en el medio están los chicos que en su mayoría no son escuchados, ni en casa ni en el colegio. Chicos llamando la atención de padres y maestros mediante desórdenes alimenticios, desórdenes de sueño, desórdenes de comportamiento, haciendo lo que pueden para cumplir con las expectativas de ser buen hijo y buen alumno, manejando la ansiedad de ser permanentemente calificados con un adjetivo o con un número. Chicos que cada vez prestan menos atención a una clase presencial y solo quieren estar en las redes virtuales, porque en las redes hay diversión, libertad, aunque sean prisioneros del teléfono.


En este contexto, ¿cómo se aprende el respeto?

Respeto también consiste en escuchar con atención a los chicos, permitir que hablen a su ritmo, con su tono, darles tiempo, no importa si se va toda la clase o si se cena más tarde. 

El conocimiento académico se puede obtener de otra forma, el respeto solo se aprende interactuando en forma directa con las personas. 

Y ese debería ser el gran objetivo del colegio: la interacción humana, ¡la insustituible interacción humana!

Si quieres que un chico actúe con respeto, aprende a escucharlo sin criticarlo, sin cuestionarlo, sin descalificarlo, mirándole a los ojos, comprendiendo lo que está intentando decir con o sin  palabras.

Escuchar con atención a los chicos no solo es cuestión de respeto, tiene otro enorme beneficio y es saber lo que está sucediendo con su mundo interno, con su nivel de satisfacción con la vida. El respeto  al igual de los demás valores tiene conexión y consecuencias directas en el estado emocional de las personas, sean madres, padres, alumnos o maestros, aunque los chicos siempre van a ser la cuerda más delgadita de todo el proceso.

Permitamos que los chicos aprendan lo que significa el respeto a lo largo de su vida escolar especialmente con el ejemplo, sin despotricar de la labor de los maestros en casa y sin despotricar de la labor de los padres en los colegios. 

Los adultos debemos aprender a manejar nuestros confictos internos y externos de otra forma, si de verdad queremos que los chicos actúen con respeto.

Quizás los adultos podemos revisar nuestro lenguaje, el vocabulario, nuestros gestos, porque en el comportamiento de los chicos solo se refleja lo que están absorbiendo dentro de la casa y en el colegio.

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