¿Cuál fue la emoción predominante cuando ese hijo estaba en gestación? Si en su entorno lo que predominó fue el odio, el abandono y la incertidumbre, es muy probable que ese hijo tenga implícita cierta rebeldía, cierta inconformidad y hasta cierto rencor.
Por el contrario, si durante la gestación el chico recibió amor, ternura y le hicieron saber que lo esperaban con total alegría, es muy probable que ese niño o esa niña sean personas amables, cálidas, tiernas.
La buena noticia es que al hacernos conscientes de esta realidad de la historia de los chicos, también podemos revertirla. ¿Cómo? Con herramientas la psicología transpersonal y holística, pero sobre todo, con mucha, mucha comprensión, sin exigir lo que el chico no puede dar.
Lo más importante es eliminar de la mente el concepto de "chico malo" o "chica mala" y abrazar a tu hijo/a con todos los enojos que pueda traer en su huella emocional y acompañarlo a transformarla desde el amor y la dulzura.