Se está promoviendo y con mucho dinero, la distorsión de ser hombre y ser mujer, invocando con astucia el valor de la "igualdad", que en este caso se tergiversa y se lleva al plano íntimo y delicado de la sexualidad.

Y aquí madres y padres, los invito a ser claros, directos y firmes a la hora de responder preguntas a sus hijos o intervenir en situaciones que a ustedes no les parezcan adecuadas. Con la complicidad de gobiernos y algunas ONG, más la financiación a grandes medios, se viene insertando en escuelas y colegios, públicos y privados, por medio de textos, videos y charlas, supuestamente pedagógicos,  la "ideología de género", constituyendo además una falsa comunidad en la que le hacen creer a la gente que hay muchos tipos de personas según su sexualidad y que cada una tiene una letra del abecedario...

Lo importante es que nos demos cuenta de esta situación que no es natural sino creada, y que ejerzamos nuestro poder como padres y docentes, haciéndonos preguntas simples, y les comparto algunas que me surgieron: ¿Cuál es el sustento teórico, que no científico, de esta explosión de géneros? ¿Por qué se habla de una comunidad? ¿Por qué usan el arco iris que nos pertenece a todos? ¿Qué es la homosexualidad, cómo se explica y cuál es la forma adecuada de abordarse? ¿Qué es el sexo desde lo jurídico? Y lo más importante: ¿Qué le quiero transmitir a mis hijos?

Naturalmente, nacen dos tipos de seres: uno con pene y otro con vagina, aunque yo prefiero el lenguaje coloquial que también intentan eliminarlo, suena más cercano decir "pipí", "cuca", o como lo denominen en casa. Ahí comienza el desafío, ponernos de acuerdo en cómo le decimos a esas partes del cuerpo que nos han hecho creer que son solo para el placer, o que son cosas de perversión, si nuestras creencias religiosas nos llevan por esos caminos, satanizando algo que a la final es tan natural y hermoso como unirnos a otra persona en cuerpo y alma. 

Es tiempo de dignificar nuestras relaciones personales, tanto las esporádicas como aquellas íntimas y profundas, encontrando el término medio, el de la virtud...

La diferencias del cuerpo, son precisamente en las que se fijan los niños y ante las cuales, se hacen preguntas,. Todo lo demás, de LG y Q y demás, es una construcción de la ingeniería social que manejan muy bien quienes buscan desestabilizar y alterar valores.

Hombres y mujeres somos iguales como CIUDADANOS, no como seres biológicos. Desde la biología y la psicología que en buen momento comienza a integrar la salud emocional, evidentemente somos distintos y ojalá se remarquen esas diferencias dándole visibilidad a tres valores: RESPETO, COMPRENSIÓN Y CONSIDERACIÓN.


La mujer es más vulnerable físicamente en todas las edades y su cuerpo permanentemente le recuerda su potencialidad como madre, ya que pasa la mayor parte de su vida conviviendo con la menstruación, algo muy difícil de entender a plenitud por un hombre. Podrá llegar al respeto, la comprensión y la consideración, pero jamás al conocimiento pleno de lo que significa sangrar por espacio de tres o cuatro días, cada mes, desde los 11, 12 o 13 años y los siguientes 30 o 40 años de su vida.


El hombre, por su parte es más vulnerable en lo emocional, a pesar de ser más fuerte en lo físico. Y sus experiencias son muy distintas, en realidad lo distraen por el propio espectáculo de la erección y la eyaculación, que sin duda debe ser una sensación maravillosa que jamás llegaré a conocer, pero intento respetar, comprender y considerar, especialmente porque es sabido que no depende de la voluntad del hombre, sino de sus más profundos sentimientos, y de eso se vale la industria que ya sabemos para ayudar a que el hombre se sienta firme y combatiendo, sin pasar por la emoción, solo por el proceso químico de acumular sangre que además pone en riesgo su salud.

¡Y así estamos! ¡Con más de un valor distorsionado! Las mujeres por naturaleza reprimiendo su deseo de ser conquistadas por un hombre y a lo mejor ser madres y los hombres reprimiendo su deseo de conquistar a una mujer, sin saber cómo encauzar su masculinidad.

Como padres, es indispensable que al menos fijemos una posición al respecto y tengamos claro cómo encarar este tema de la sexualidad y el abecedario de géneros con los hijos. Mi humilde recomendación, es seguir una norma de oro y es no dar más información de la que los chicos piden, teniendo en cuenta su edad.

Si el niño pregunta por qué tiene pipí, una respuesta que sirve es: "porque eres un hombre". Y no se agrega nada más. Y si la niña pregunta por qué no tiene pipí, la respuesta puede ser: "porque eres mujer". Y se le pueden mostrar muchas formas de ser mujer y de ser hombre, si es que el niño o la niña siguen preguntando, dando respuesta solo a lo que pregunta.

El error que solemos cometer es ahondar en respuestas a preguntas que los niños no están haciendo. Y peor aun, sentirnos inseguros o no calificados para hablar del tema, precisamente porque esas campañas de falsas ideologías también nos han influenciado y podemos llegar a creer que somos retrógrados por no estar con lo que se nos muestra como "progreso". 

¡Mentira!. No hay ningún progreso en etiquetar a las personas por su orientación o preferencia sexual cuando ya son adultas; en mi sincera opinión, que cada adulto viva como quiera y tenga relaciones con quien quiera, pero que no se deje etiquetar y convencer de que pertenece a una falsa comunidad cuando en la soledad de su ser ya no sabe qué es, cómo expresar lo que siente y con quién interactuar desde el corazón, no solo de la cintura para abajo. 

Lo triste, es que los más afectados en el largo plazo, pueden ser precisamente los jóvenes que se están dejando meter en esa "comunidad"...

Hombre y mujer son los términos que usamos para señalar la diferencia biológica de los dos tipos de seres que nacen en forma natural en la especie humana; todo lo demás, si que es una construcción social, justamente una ingeniería social.

Costó siglos para que jurídicamente exista igualdad entre hombres y mujeres como ciudadanos,  no debemos dejarnos confundir al dejar entrar otros "sexos" que para lo único que parece servir es para crear programas sociales y dar subsidios a personas frágiles mentalmente.

El hombre y la mujer expresan más o menos masculinidad, o más o menos femineidad, y no por eso tendría que haber un documento, nombre o letra, para cada grado de lo uno o lo otro

Al final en lo concreto, volvemos a los dos seres básicos, porque lo que vemos en el "homosexualismo", es que hay hombres que quieren ser mujer y mujeres que quieren ser hombres, lo cual es respetable para una persona adulta, pero una perversión como campaña dirigida a niños y adolescentes.

Por la evidencia social, en realidad no hay dos parejas del mismo sexo, porque entre parejas de  hombres o de mujeres, casi siempre hay uno que hace de hombre y otro de mujer, luego la condición no estaría dada por el cuerpo, sino por el alma...

Lo más lamentable, desde mi punto de vista, es que estas campañas se hacen en nombre del valor más sagrado: LIBERTAD. Y también ahí está la oportunidad, podemos aprovechar la corriente del río para avanzar y  como padres ejercer nuestra LIBERTAD de criar a nuestros con los valores que queramos, no los que nos impongan. 

Claridad, firmeza y respuestas asertivas a preguntas específicas. No discursos, no sermones y no repetir como loros lo que las campañas masivas quieren que repitamos. 

Y si tu hijo o hija presenta naturalmente "comportamientos" contrarios a lo que su sexo biológico indica, entonces busca orientación profesional para que puedas aceptarlo tal y como es y acompañarlo a que no sufra o sufra lo menos posible, porque el tema no pasa solo por ser aceptado socialmente, sino saberse amado, no juzgado, ni condenado.

Si compartes esta manera de ver los valores humanos y requieres orientación particular para tu colegio, escuela o familia, por favor escríbeme a creatriz@gmail.com

¡Gracias por leer!🙂

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