viernes, 14 de noviembre de 2014

¿Los valores se enseñan?

Los valores se transmiten, se adoptan, se estimulan, se descubren, se forjan, se pulen, pero no se pueden enseñar porque el ser humano ya los tiene grabados de manera profunda en su inconsciente.

Todos llegamos a este mundo con una noción de lo que es la bondad, el respeto y muchos otros valores; el entorno que nos recibe influye directamente para que esa primera noción se reafirme o se distorsione.

Un niño constantemente maltratado puede terminar creyendo que la agresión es el lenguaje normal entre seres humanos y por eso luego no sabe reconocer el nivel básico del respeto. 

Otra razón por la cual los valores no se pueden enseñar es que cada uno percibe las cosas de manera particular y las expresa de forma diferente, según las costumbres, las creencias del entorno y la información que trae en su ADN emocional. 

Así, una familia que decide no aceptar la violencia como lenguaje, tiene mayores probabilidades de formar seres pacíficos a una que no, aunque esto por si sólo no garantiza el resultado.

Forjar valores es un proceso lento, requiere mucha paciencia y enorme consistencia; se deben brindar todas las oportunidades que sea necesario y hay que tener COHERENCIA, en otras palabras, debe coincidir lo que se predica con lo que se aplica.

En un ambiente de gritos, insultos y maltratos, no se puede esperar que surja un auténtico respeto. 

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