El siglo XXI está avanzando con un gran cambio vibracional que hace que todo lo que esté basado en el engaño o la falsedad, tienda a derrumbarse.
El tiempo presente nos llama a vivir en la sinceridad de una manera integral, ya no manda el intelecto, estamos en la Era del Corazón, en la que priman los sentimientos, no los pensamientos, no el conocimiento visto como acumulación de información.
Llegamos al tiempo de la sabiduría del espíritu que puede reconocer la falsedad en las palabras, en las miradas, en los actos grandes y pequeños.
Aumentarán los conflictos porque quienes estén despiertos de corazón no van a aceptar el engaño como camino. "Se separará el trigo de la cizaña", y como en toda separación, habrá dolor; será necesario tener enorme fortaleza para no sucumbir a la tentación del odio, y más bien actuar con comprensión por aquellos que persisten en los viejos modelos de la trampa, la mentira y la incoherencia entre lo que se dice, se piensa y se hace.
Sinceridad de ser, sinceridad para hacer, sinceridad para proponer; en la vida cotidiana, en el encuentro con el prójimo, en las relaciones afectivas, en los negocios, en todas las formas de gobierno, desde quien lidera un hogar hasta quien lidera una nación con millones de ciudadanos, pasando por las más pequeñas y las más grandes empresas.
Los seres humanos claman sinceridad; para que llegue, hay que empezar a practicarla de manera individual, en serio.
"Todo hombre es sincero a solas;
en cuanto aparece una segunda persona
empieza la hipocresía"
Emerson
Poeta y pensador estadounidense
1803 - 1882